Crisis de pareja

Basado en hechos reales…

Valencia, 19 de octubre de 2014. Es el día de la XXIV edición del medio maratón. El keniano Abraham Cheroben gana la prueba con un tiempo de 58’48». Es la sexta mejor marca de todos los tiempos, la mejor marca mundial de 2014 y la mejor marca de un 21k disputado en España. Es, simplemente, la ‘leche’.

Pero detrás, lejos muy lejos, a bastantes kilómetros siguen pasando cosas. Y allí estaba el Tractor de La Pobla para contártelas. 

«No es cuestión de genética, no es cuestión de potencia. Es cuestión de perseverancia». (@Adams_Marisol)

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Foto de @analba76

Calle de la Reina. Llegando al cartel del kilómetro 8:

Ella: «Cariño, creo que me voy a parar».

Él: «Venga, un poco más. Inténtalo. Pero… si quieres nos paramos».

Ella: «No. Si tú quieres nos paramos».

Él: «No, no, lo que tú digas».

Yo: «Venga, sigue un poco más. Baja el ritmo pero sigue corriendo. No te pares».

Ella: «Es que… es que me duele la rodilla».

Y se para. Y él con ella mientras yo encaro el cartel del 8. Llevamos una tercera parte de la prueba y ya hay gente andando. ¿Están seguros de en qué competición se han metido?

Pero sigo:

– Él: «A ver, a ver, ¿qué vas a hacer con todo eso?».

– Ella: «Primero me voy a beber el vaso de isotónico. Después el agua…».

– Él: «Para, para, ¿y ese gel?».

– Ella: «Mmmm,… es para el kilómetro 14′.

Él: «Anda, déjate de historias. A ver si te va a sentar mal».

Acabamos de pasar el avituallamiento del 10. La chica prepara la ingesta de su brebaje salvador, con tiempo, con previsión…

En otro punto del circuito:

Él: «Vamos bien. El último kilómetro a 6’30». Vamos muy bien. ¿Cómo te encuentras? ¿Algún dolor?».

Ella: «…».

Él: «Venga, venga, ya no nos queda nada. ¡Ánimo! ¡Tú puedes!».

Ella: «…».

Él: «Esa es mi chica. Muy bien. Vamos, vamos…».

Ella: «…».

La fémina corre escuchando música. No oye nada,… o peor incluso, pasa totalmente de su ‘chorbo’. Y no me extraña. Es un pesado. Kilómetro 16.

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Jorge y Cristina son la penúltima pareja protagonista de esta historia. (Foto de @analba76)

Ella viste la camiseta oficial de la carrera. Él también. Ella se llama Cristina. Y él Jorge. La foto está hecha en el kilómetro 13. Después, en el 18, Jorge, con voz sosegada le dijo a Cristina:

Jorge: «No queda nada. Tres quilómetros. Eres una campeona y vas a llegar. Tranquila».

– Cristina, apretando los puños, contestó con un eufórico: «¡Sííííí!». 

En el video de meta, yo entro a los 41″, ellos a los 47″. Con beso y abrazo, con alegría. Como toca, como estos:

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Foto de lasprovincias.es
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Foto de lasprovincias.es

Pero mi preferido es un duo que había superado cerca del 19:

Él: «Vamos nena, ya no queda nada».

Ella: «¡Cállate! ¡Déjame!».

Él: «¡Un último esfuerzo!».

Ella: «¡Vete a tomar por culo!».

Y el silencio…

No se qué pasó con ellos. Espero que llegasen a meta aunque fuese andando. Y supongo que hoy, de alguna manera, ya habrán solucionado aquella pequeña… crisis de pareja.

12 comentarios en “Crisis de pareja

    • Yo no sabía nada. De conocer la historia… habría puesto otro título y habría contado otras cosas. Ha sido pura coincidencia. Y es, simplemente, la vida, Macarena.
      Pero ya sabes. Se puede estar a la deriva pero mientras se flote…

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  1. La primera causa de divorcio entre parejas de corredores es, sin ninguna duda, que uno haga de liebre del otro. Y eso sirve también para cuando nos motivamos con más exceso nosotros que aquellos a quienes acompañamos en sus retos.

    Dicen que los cajones de salida se hicieron por cuestiones de seguridad y fluidez, pero yo creo que realmente están para evitar las trifulcas matrimoniales.

    Salud, Tximo y felicidades por la MMP (aunque te deje regusto amargo)

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    • El problema es si no respetas los cajones de salida y te cuelas en el que no toca. Manía habitual de muchos corredores. Gracias David. Al final, mejorar siempre es positivo. Cada uno en su nivel.

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  2. Yo, hasta ahora, donde más discusiones había visto era en la tienda sueca de muebles.

    Buena entrada, me has hecho soltar una sonrisa en el trabajo que ha delatado que no estaba viendo el correo de la empresa. Al ver el vídeo, veo que no pareces muy satisfecho por la carrera¿?

    A novatillo: Buenos días no escrito en tu blog (aunque lo leo y lo uso para ver que otros blogs se han actualizado) porque no permite comentar como «anónimo» sino que hay que dar obligatoriamente la cuenta google, pero aprovecho que te veo por aquí para hacerte una duda que me ha surgido tras leer tu última entrada «La irreductible aldea blogger»: ¿Se ha hecho algún carnaval de blogs de corredores? Un saludo a los dos.

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    • Gracias Jose. Pues la carrera fue un sí pero no. Bajé 1’02» mi tiempo pero me pasé 39″ del objetivo que llevo persiguiendo desde 2009. Y sí, al superar la meta llevaba un pequeño cabreo. Me pasó rápido. Siempre ha de valorarse aquello que se consigue. El objetivo todavía puede alcanzarse. Será la próxima vez.
      Y que yo sepa, un carnaval de esos… no me suena. jejeje

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    • Hola Jose
      «Okupo» el blog del amigo Ximo para contestarte por aqui
      No controlo mucho de las opciones que da Blogger y no sabía que tenía desactivada la opción de comentarios por parte de «Anónimos».
      A partir de ahora podrás comentar como anónimo en mi blog, no creo que los trolls se pasen por un blog de un tío con una gorrita fosfy
      Un saludo

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  3. Posiblemente no exista cosa más coñazo que las parejas(*) en una carrera.

    Habitualmente, aunque no siempre, es el chico el que le da la monserga a su pobre consorte. Con consignas casi siempre poco amables… del tipo, «levanta más los pies» o «estás perdiendo ritmo» o «entrenando corres más rápido». Comentarios que se merecen el mayor de los «Vete a tomar por culo»

    Más de una vez me han dado ganas de darme la vuelta y darle un sopapo al fustrado «personal trainer» a ver si se callaba la boca de una bendita vez. Es más, creo que el running habrá sido causa de divorcio en alguna relación.

    (*) El concepto coñazo es aplicable al típico amigo listo que va en cuadrilla «dando consejos» a todo el mundo.

    Me gusta la entrada. Eres un runner observador

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    • Soy un corredor que, como no oye música, mata el tiempo fisgoneando en las conversaciones ajenas. Y, encima, tan indiscreto que me pongo a contarlo todo aquí.
      Y la entrada está suavizada. Ahí dentro pasan cosas que dejan bastante mal al género humano.

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