Alba espera su medalla

«Puedes llegar con los deberes hechos pero hay cosas que uno no puede controlar y fallan». (@dabitjg)

Amanece en Valencia Alba ya ha abierto los ojos. Es domingo, podría seguir en la cama pero hoy tiene una misión. Y no quiere fallar.

Participará en un juego que parece fácil de ganar. Debe encontrar a su padre en diferentes puntos de la ciudad y darle unas botellas. Sencillo. A cambio, papi, le regalará una medalla.

Alba no entiende para qué son esos recipientes llenos de un líquido rojo de sabor dulce. Ni para qué sirven esos paquetitos envueltos en aluminio y con números escritos,… o esos tubitos de colores. Pero tiene instrucciones:

– «La del 1 dentro del círculo, es la primera que debes darme. La grande del tapón rojo, después.  La del 3 con esa cosa de color verde,  cuando volvamos a vernos. ¿Vale?».

– «Sí, papi».

Pero Alba no pudo ganar el juego porque ese juego nunca llegó a empezar. ‘Ring, ring’, suena el móvil de su madre:

– «¿Qué te ha pasado?».

botellas
Avituallamientos que se quedaron sin utilizar. (Foto de @ximotamarit)

(Al otro lado de la ciudad. 45 minutos antes)

El Tractor de La Pobla está en ruta y en plena deceleración. El 6’36» del primer kilómetro no entra en el plan previsto de carrera, en su estrategia. Reduce y reduce la velocidad hasta que el Garmin marca un 7’00» redondo. Ese es el ritmo elegido, el ritmo del triunfo.

Para los de la cola de un maratón también hay aplausos y gritos de ánimo. Pero sobre todo hay… mucha soledad. Mientras se corre, el ‘coco’ no deja de repasar detalles: velocidad, OK; respiración, OK; corazón, OK; rozaduras, 0; molestías, 0.

Kilómetro 2,5. Este imberbe proyecto de maratoniano comienza a adelantar… ¡a participantes que andan! Por la izquierda, deshace el camino un corredor con dorsal azul de la prueba.

– «Qué mala suerte. Pobre. Se le acabó el maratón».

¿Estará lesionado? ¿No se habrá preparado bien? Otro chequeo, por si acaso: velocidad, OK; respiración, OK; corazón, OK; rozaduras, 0; molestías, 0.

Kilómetro 4 y pico. Antes de llegar al avituallamiento otro participante anda derrotado hacia la salida. Cabizbajo se arranca y rompe su dorsal color naranja.

– «Bufff. Tanto entrenamiento para no llegar a la primera botella de agua».

Y la ‘tetera’ chequea: hidratación, OK; velocidad, OK; respiración, OK; corazón, OK; rozaduras, 0; molestías, 0.

Kilómetro 7,21. Una recta, llana, vacía de gente y casi de corredores. Un ritmo constante, 7’00». Una zancada segura y firme, un… ¡crack! en la pierna, otra zancada nada segura y menos firme, un pinchazo, otra zancada, otro pinchazo,… dolor… Tractor, KO. El fin.

Tan absurdo como real. Después llega la impotencia. Una botella de plástico reventada contra el suelo, una frase irreproducible y una llamada de teléfono:

– «Me he roto».

dorsal14
Mi dorsal. Ahora me encanta. Muchísimo. (Foto de @ximotamarit)

(Lunes, 17 de noviembre. Clase de 2º de infantil (4 y 5 años) Actividad: ¿Qué has hecho durante el fin de semana?)

Ainara ha llevado el dorsal y la medalla que ayer consiguió su padre. Debe ser un galgo. Color verde, el 1.800 y pico. Un tío rápido.

Alba solo puede presentar el dorsal del suyo. Un humilde 13.227. Y explica:

– «Mi papi iba a correr el maratón pero se hizo daño. Aquí detrás. (Se toca la parte de atrás de la pierna). Y yo hice de ambulancia. (Porque vino a recogerme con el coche). Ahora no puede casi andar pero me ha prometido que el año que viene me conseguirá la medalla».

20 comentarios en “Alba espera su medalla

  1. Toda mi admiracion para ti. Persigues una ilusion y no te rindes ante los obstaculos. Vale mas el que Alba te haya visto caer y levantarte de inmediato que la medalla, que seguro la tendra. He tenido la suerte de correr Valencia tres veces, quien sabe, quizas el añi que viene te busque en la saluda o nos crucemos a lo largo de la carrera. Un abrazo

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  2. Estimado tractor.

    Inducir al llanto es un recurso literario desde antiguo, de hecho la novela romántica lo ha utilizado desde el Cantar del Mío Cid hasta Corin Tellado…

    Pero ¿somos maratonianos o no somos maratonianos? Déjate de moñadas, desde el minuto 1 sabíamos que esto no sería fácil.

    Déjate de intentar nublar nuestras miradas con las lágrimas de la pobre niña desvalida que es menos que Ainara… y vamos a lo que importa.

    ¿cuánto queda de recuperación?
    ¿Cuándo empezamos a preparar Valencia’15?

    al lío

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    • De recuperación, hasta el 1 de diciembre. Comenzamos cuando tú digas.
      Eres lo más parecido a un entrenador de la Alemania Oriental pero sin dopaje.
      Pedazo de… 😛

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    • Era una manera de tenerla entretenida toda la mañana. Una especie de gincana por la ciudad. Nos salió un poquito mal. Eso sí, la tenemos perfectamente planificada para 2015.
      Muchas gracias, David.

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  3. Ya lo siento… Aunque no sea consuelo, otro año será, seguro. Y también seguro que Alba tiene ya su medalla, cada vez que te ve.

    Un abrazo

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  4. Ánimo, Alba tendrá su medalla. La cosa es si dentro de un año o antes, aunque no sea en Valencia.

    Un saludo y a recuperarse.

    PD. Soy un negado para el twitter y el domingo tuve que trastear que con él para poder seguirte. Cuando dí con la tecla ya estaba tu mensaje de abandono. Dice que el maratón no es solo la carrera, que empieza cuando empiezas el plan así que ya llevas mucho adelantado.

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    • Sí, Jose, un largo trabajo de 4 meses… Será en Valencia porque me hace ilusión que ahí sea la primera vez. Después de este ‘fiasco’ ya no tengo prisa. Puedo volver a empezar. No me importa.

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