Pacto entre maratonianos

«Rendirse no es una opción». (Steve Prefontaine)

El origen

No recuerdo exactamente cuándo descubro al personaje. Supongo, y creo estar cerca de acertar, fue en el mes de junio de 2014. Supongo también, coincide con la creación de este blog, con el alumbramiento de «El Tractor de La Pobla», con la entrada en las redes sociales, con el nacimiento de mi yo 2.0.

No se porqué empiezo a seguirle en Twitter. En solo 140 caracteres escribía reflexiones interesantes. Además, era ocurrente, divertido, simpático. Un tío con gracia.

A través de esa red social descubrí que tenía un blog. Y, lógicamente, no contaba historias serias, no era un escritor formal. Nada de entrenamientos y poco de carreras, algún ritmo, alguna serie y mucha zapatilla Pegasus.

Desde que empecé en este deporte, siempre me sentí un atleta popular lento pero también duro… y muy fiable. Paseando por aquel blog, en que se contaban kilómetros, descubrí los 10 mandamientos de una filosofía que, caray, también era la mía, el Tractorismo.

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Foto de @ximotamarit

Al principio, sinceramente, pensé: «Menudo personaje. Este tío está ‘abollado’». Más cuando, pasados algunos meses, intentaba convencerme de que él sabía cocinar una paella, aunque fuese en una freidora de buñuelos. Y tengo la prueba.

Foto de @contadordekm

No pudo conmigo. Soy inflexible en lo que respecta al plato bandera de la cocina de mi tierra. La paella es lo que es. Y eso, no era paella. Pase por «arroz con cosas», nada más.

Además, ejerzo de persona muy poco sociable. Esto es una confesión pública ya conocida por todo mi entorno. Pero enterado de que Ángel venía a Valencia para correr su segundo maratón, y en un arranque de no se muy bien qué, decidí provocar un encuentro, con la excusa de…, sí, de comernos una paella.

Foto de @contadordekm

El encuentro

Debí, creo, caerle bien. Él a mi, sí, mucho. Como Vicki, como Martina, su media naranja y su pequeña mandarina. Comimos, hablamos, disfrutamos de la familia y del arroz.

Después, al día siguiente, salimos a correr el maratón. Él, Ángel, Contadordekm, llegó sobrado a meta. Yo me sobré marcándome una lesión en el kilómetro 8. Con un par. Y Alba, mi niña, se quedó esperando su medalla.

La carta y el pacto

Un día de los que han pasado entre aquel 16 de noviembre y este 16 de diciembre de 2014, tras una tarde ajetreada volví a casa. En la entrada había un sobre marrón. Y dentro un carta y una caja pequeña con un lazo negro.

El escrito dice:

«No podía ser. Alba debía tener una medalla. ¡Aquí le va una! No es la del maratón de Valencia. Pero es que de esas hay más de 11.000 repartidas el 16 de noviembre de 2014. Es casi fácil conseguirla. ;-).

La suya es mucho mejor y mucho más difícil de conseguir. ¡Solo hay 50 en todo el mundo! Y como embajador valenciano del #tractorismorunner, ¡su padre se la ha ganado a pulso!».

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Foto de @ximotamarit

«Joaquín, también te envío un trocito de mi para que te recuerde cada día que me la tienes que devolver. Pero porque ya tengas la tuya. Mientras tanto cuélgala en un lugar bien visible para recordarte que tienes una deuda».

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Foto de @ximotamarit

«Y los maratonianos somos gente de palabra y tú lo eres, aunque tu medalla sea prestada».

Pues sí, es cierto. Ángel me ha prestado el premio que consiguió al entrar en la meta de su primer maratón, en Madrid 2014. Así pues, estáis todos de testigos.

Esto solo puede pasar entre desconocidos amigos corredores. ¿Cómo sino? Tenemos un pacto entre maratonianos.

18 comentarios en “Pacto entre maratonianos

    • Es una historia como tantas otras que habrá en este deporte. La diferencia es que yo, en mi indiscreción, os la cuento… y la mayoría queda en la intimidad de sus protagonistas.

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  1. Antes tenías un motivo de peso para intentarlo de nuevo… un motivo que se llama Alba.

    Tienes en tu casa un motivo de peso para darle al start de nuevo, cada vez que veas ese trozo de metal, sabrás que no es un trozo de metal, y que quieres el tuyo.

    O sea que ya lo sabes… poliki poliki y sin pausa, hacia Valencia 2015

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  2. Impresionante.
    Tengo la suerte de conocer a este tío ‘abollado’ y no puedo más que confirmar que así es, está muy ‘abollao’
    La historia brutal, gran personaje, mejor persona.

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