Ana empezó a correr hace casi dos años sin mayor pretensión que practicar deporte, escuchar música y acompañarme. Es un poco ‘cuqui-runner’ y, como le ‘molaba’ la isla me ‘invitó’ a inscribirnos al medio maratón de Formentera.

Le dije: «¿Cómo te vas a estrenar allí?».

Así que, sin ninguna lógica, decidió que para preparar esos 21km, simplemente, había que correr algún otro 21k. Esta es su experiencia en el medio maratón de Viena.

Cedo este blog a una debutante.

«Correr es gratis, pero hacerlo en buena compañía, superarse y pasarlo bien, es muchas veces de valor incalculable». (@juliocpola) 

Quiero contarte como fueron mis sensaciones porqué quizá alguna sea similar a las que tú sentiste la primera vez. Me salen 21. Allá voy:

1. Madrugar un domingo. Primera sensación mala. Y una pregunta: «¿Qué leches estoy haciendo?».
2. ¿Qué me pongo? Lío. Manga corta, larga, mallas, pantalón… Soy mujer y necesito sentirme mona aunque sea para sudar.
3. ¿Qué desayuno? Lo tengo ensayado y muy claro, café. Un café y un croisant. Y aún así… pasemos al punto 4.
4. No me meo, lo siguiente. 20′ en la cola de los servicios. La gente sale con los ojos llorosos. Visita obligada mientras me repito: «Ana, entras o entras. Si no entras lo pasarás mal». Entro, no respiro (respirar era morir), evacuo.

   

5. Buscando el guardarropía. Hemos tenido la ‘suerte’ de que nuestro camión es el penúltimo. Allá a tomar por…
6. La espera. Me rodean muchísimos corredores. El número oficial cuenta más de 42.000. En una Viena donde no entendía un ‘carajo’, escucho: «Duro, fiable, lento». Alguien, detrás, ha leído mi camiseta. Españoles, hay un valenciano, es una sensación buena. No estamos solos.
7. La salida. ¡Buff!, malísima sensación. Casi media hora, concretamente 28′, esperando a pasar por el arco. Y hace muchísimo más que dejé el hotel. Ni me acuerdo de cuándo he desayunado. Normalmente madrugo menos, como más, voy a un servicio conocido. Esto es muy distinto de lo que esperaba…
8. Kilómetro 1. ¿Cuántas cosas hago antes de empezar una carrera? Poner en marcha el cronómetro, encender el Spotyfy, recolocarme la camiseta, ajustar el turbante… y empezar a correr.
9. Kilómetro 2. Algunos participantes ya andan. Increíble. ¿La gente de este país sale a competir sin entrenar?
10. Kilómetro 5. Primer trago de agua, fresquita, en un simple vaso. Toda una experiencia porque beber, bebes poco y la mayoría se te acaba cayendo.
11. Kilómetro 7. Vamos a 7’/km. Me aburro.
12. Kilómetro 8. Pruebo algo desconocido, comer en carrera una barrita de cereales. Un desastre. Se pega a los dientes, hago ‘bola’, me ahogo. Jodida sensación.
13. Kilómetro 11. Nos espera la hinchada española, ¡la familia!. Estamos en la mitad de la carrera.

    

14. Kilómetro 12. Me meo. Me meo y no puedo aguantar. Yo paro y él sigue. Se va.
15. Kilómetro 14. El ‘jodío’ va más rápido de lo que iba conmigo. ¡Ufff!, a correr que no lo pillo. Aumentando un poco el ritmo puedo alcanzarle. Un pequeño ‘subidón’.
16. Kilómetro 16. Ximo corre cada vez más despacio. Le pregunto: «¿Vas bien?». «No, no voy bien. Me estoy acalambrando». Yo vuelvo a preguntar con ingenua ingenuidad: «Y eso qué significa, ¿debemos ir más despacio?». Contesta: «No, por mí como si te quieres ir sola hasta la meta…». Solo sale de esta boca un sonoro: «¡Qué te jodan!».
17. Kilómetro 19. Último avituallamiento. Queda una bajada y la entrada a meta. Estamos ahí, lo he conseguido.
18. Kilómetro 20 y poco. Miro atrás. Ximo, malcarado (qué raro), parece gritar. No oigo nada. Es lo bueno de llevar música. Sigue acalambrándose, o eso dice.
19. Kilómetro 21. Los últimos 97,5 metros, la entrada en la Plaza de los Héroes, la meta, resultan espectaculares. O quizá me gustan especialmente porque son los de mi primera vez.
20. Meta. Por fin, he hecho mi primer medio maratón, lo he conseguido, muy buena sensación.

    

21. La mejor de todas. He ido esperando al ‘mala leche’ del que me inició en esto de correr. Estoy cansada pero no exhausta. Tengo mucho margen de mejora y… tengo esta medalla:

    

Está claro: «Si quieres, puedes».