La mayoría de veces un simple arco hinchable, lleno de publicidad, delimita el final del esfuerzo. En el mejor de los casos puede haber gente, pueden haber edificios, puedes estar en un parque… o puede no haber nada.
Y existen finales únicos. Espacios físicos, a veces no más de 300 metros, en los que compensas el esfuerzo de todos los kilómetros anteriores. Sitios donde vale la pena bajar el ritmo, trotar, mirar, sentir y gozar. Aunque tires el tiempo y seas superado por otros competidores antes de pasar sobre la línea de meta.
Son… llegadas inolvidables.
«Eres mi camino déjame recorrerte. Eres mi destino dime la distancia para estar contigo». (@runjhonrun)
Esta es mi lista:
- BIG 25 Berlín
Estadio Olímpico de Berlín. En la mitad de la recta de los 100 metros se sitúa la meta. Te escribe un atleta malo y lento, un historiador incompleto y un futbolista fracasado. Así que mis 300 metros sobre el tartán azul del Olímpico berlinés fueron un compendio de imágenes y recuerdos: Jesse Owens, Adolf Hitler, atletismo, cruces gamadas, estandartes rojos y Nacionalsocialismo; fútbol, Zidane, Materazzi, un cabezazo, Francia e Italia; unos Juegos, un Mundial. La historia del siglo XX y acontecimientos del XXI. No se cómo acabé la carrera pero sí la frase de mi mujer cuando nos reencontramos: «Parecías embobado, ¿qué te pasaba?».
- San Fermín Marathon
Entrada al callejón de la plaza de toros monumental de Pamplona La cita es obligatoria. Julio, 8 y pocos minutos de la mañana, la puerta roja de la foto no está y el túnel engulle corredores y toros. A los pocos metros, superado el estrecho pasillo, todos pisarán la arena para completar el ritual del encierro. Soy valenciano e intento ejercer de navarro y pamplonés. 4 años en la ciudad me permitieron amar esa zona: sitio de recreo, fiesta, botellones, urinario y largas conversaciones con el busto de Ernesto Hemingway. ¿Qué son? ¿100 metros? Ahora yo también los corro… y sin peligro de cornada.
- Behobia-San Sebastián
Bulevar de San Sebastián. A la izquierda, donde están parados los autobuses azules, encontrarás la meta de una carrera increíble. Es la CARRERA. Cara, difícil, con demasiadas pendientes y con demasiados participantes. Sí, todo lo que quieras, tienes razón. También te digo que nunca vivirás un ambiente similar. Gente, gente y más gente animará durante casi 20 kilómetros. Y, tras pasar frente al Kursaal, cuando entres en el bulevar, gente, gente y más gente seguirá gritando y aplaudiendo. No corras rápido, no vale la pena. Jamás vivirás nada parecido. Jamás te sentirás de los buenos, de los rápidos aunque seas lento, malo y de los últimos (como yo).
- Viena City Marathon.
Plaza de los Héroes (Heldenplatz). A la izquierda, en la parte central y sobre la recta gris más oscura, se encuentra la llegada a meta. Mi última adquisición. Una entrada imperial en una ciudad imperial. Un palacio al frente, Hofburg; otro a la derecha, ahora la biblioteca nacional; estatuas ecuestres a ambos lados y… otros palacios. Son unos 90 metros, nada más y nada menos. Distancia suficiente para que flaqueen las piernas, el vello se erice y, con un poco de vergüenza, te veas llegando a meta en un Jumbotrón (una pantalla enorme) de dimensiones inabarcables. Eres uno entre 42.000, pero el único protagonista en ese espacio-tiempo.
Humildemente recomiendo que las pruebes alguna vez.
Y tú, ¿tienes alguna llegada inolvidable?
Pues si, el Kilómetro Vertical de la Maliciosa, por su dureza, y la felicidad que sientes al hacer cima, eso si, aun te queda bajar de nuevo hasta la zona de salida, jeje
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Las subidas tienen eso… que después hay que bajarlas. A mi me cuesta ascender. Bajo mejor pero siempre voy con miedo desde aquel día que acabé bajando un barranco dando volteretas.
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De mis llegadas mi pódium sería
1.- Maratón de Pisa, aunque yo hice la MM llegar a la plaza donde están la Torre y el Campanile mola mucho, mucho y quedan las fotos muy bonitas para luego chuliquearse jijii
2.- Maratón de Valencia, me gustó mucho la llegada en la Ciutat de las Artes y las Ciencias
3.- Big 25 Berlín, muy muy bonito eso de llegar al estadio Olímpico, además uno de los que tienen más historia
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Interesante tu punto 1. Del 2 no puedo hablar todavía. En el 3, ya ves, coincidimos. Por casualidad, ¿no correrías la edición del 2012?
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Grandes llegadas esas!!!Ninguna la he probado, eso sí.
Yo me quedo con 3 recuerdos:
1.-Llegada en las pistas del cauce del río en la Maratón de Valencia.Me gustó mucho el año en el que se corrió por el cauce del río y terminar en las pistas.
2.-Llegada de la San Silvestre Vallecana Internacional en el Estadio del Rayo Vallecano.Apoteosis total.
3.-Llegada en la maratón de montaña Jungfrau, en Suiza, a no se cuántos metros de altitud.Lástima que la falta de O2 no me dejase ver con claridad,jejeje.
Saludos.
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Gracias por el comentario. Las tuyas me gustan mucho. Y esa de las pistas del río,… ¿eso de cuándo es? He corrido la SS Vallecana pero la popular. Y no, la llegada no es nada bonita. No comparada con el estadio del Rayo.
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La maratón de Valencia es allá por 2006.
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Y era en febrero… ya ha llovido, ya.
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Sí, aunque ese año no llovió, pero aire un rato…un vendaval 😉
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Ya ves cómo ha cambiado la carrera… 😊
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