«Recorre el paraíso» es el lema del Medio Maratón Popular de la Isla de Formentera. Una prueba difícil, dura en el recorrido y dura en la climatología. Pero, por encima de todo, son 21 kilómetros llenos de belleza natural. Flora y fauna:  montaña, playas, laguna, mar, pueblos,… muchísimas chicas y muchísimos italianos.

Corro por la conocida como «Recta de los muertos». Unos 7.000 metros de sube y baja superado el primer tercio del medio maratón. Carril muy ancho, de asfalto nuevo y sin ninguna sombra. Son las 6 y pico de la tarde y el sol aprieta. No hay viento. Ni de frente, ni de espalda. Nada entorpece el ritmo lento pero tampoco nada me ayuda.

– ¿Eso es un culo? A la derecha, fuera del trazado y tras un muro de piedra, dos nalgas se mimetizan con la hierba seca. Entre los calores, el sudor y que no voy sobrado de vista, ¿eso era lo que parecía?

Aquellas posaderas, redondas y blancas como la leche, se prolongaron en un cuerpo de chica. Camiseta lila, pañuelo en la cabeza, sonrisa de desahogo. Cuando yo llegaba a su altura, un pequeño salto la devolvió al trazado. Ahí esperaban dos «maromos» sin pelo. Intercambiaron unas palabras en italiano y siguieron adelante.

Ellos en el lateral, yo sobre la doble línea: continua e intermitente. Por mi izquierda aparece otro corredor. Camiseta blanca (la oficial de la carrera) y gafas oscuras. Parece sobrado aunque transita en la parte trasera, con los lentos:

– «¿Por favor, me das un poco de agua?» No hay avituallamiento entre el kilómetro 4 y el 10. Y este chico no lo ha controlado.

Es Josep, de Mallorca. «Bueno, los amigos me llaman Pepe». Pues eso, Pepe salió del puerto de Palma el viernes por la tarde. Con un mar movidillo tardó bastante más de lo previsto en recorrer las 76 millas náuticas que separan las dos islas: Mallorca y Formentera. Porque Pepe, sí, ha venido a correr en su barco. Con un par.

Parte de la noche en vela sin poder descansar, una siesta matinal y a la salida. Debuta en el medio maratón y tiene cierta prisa. Entre comillas lo de prisa porque en cuanto pase por la meta debe volver a casa. Y volver a casa supone meterse en el barco otra vez.

– «Es que mañana es la Comunión de mi sobrino».

La población de la pequeña isla balear aumenta en un 20% en este fin de semana de mayo. Y como Josep, Pepe, muchos atletas debutan en la distancia. Muchos y especialmente, muchas. Formentera se llena de corredoras entre las que destaca una procedencia, la Comunidad Valenciana. Por unos días, aquello deja de ser un trozo de España invadido por Italia para convertirse en nuestra tierra. Un lugar dónde ellas, las debutantes, tratan de tú a tú con la distancia. Y tras rectas, calor, humedad y algo de viento… llegan a meta con el deber cumplido. Son ya mediomaratonianas.

Por cierto, voy a ponerle cara, cuerpo y nombre al trasero italiano del principio de texto. Se llama Ilaria. Aquí la tienes:

Y no me resisto a dejaros la siguiente imagen. Lo mejor de correr en Formentera es: