El Tractor de La Pobla ha empezado a entrenar en el gimnasio. Pulula desorientado alrededor de aparatos, bancos y músculos. Se siente apabullado por el entorno. Él prefiere correr en la calle pero las instrucciones para llegar a la salida del maratón de Valencia incluyen trabajar,… entre barras y mancuernas.
«Los entrenamientos son fieles. Al que entrena le va bien». (@GUILLE_MEJIA)
El duro

El tipo, la verdad, impresiona. No es muy alto, cierto, pero visto de frente da respeto. Pasea una espalda ancha, inabarcable, de esas que no permiten achuchones en un solo intento. Camiseta de tirantes, cabeza rapada, piernas depiladas, delgadas, finas, nervudas. Se acerca:
– «¿Te falta mucho?».
– «No», trago saliva, «me queda una serie».
Cierto rubor recorre mi cara. Apoyo manos y antebrazos en las almohadillas. Con el culo y la espalda pegados al respaldo, acerco las extremidades al centro del pecho y las devuelvo a la posición anterior. Sudo. Repito:
– «15,… 14,… 13,… 12 (descuento mentalmente, como si estuviese corriendo un medio maratón),… 11,… 10,… 9,… 8 (empieza el dolor),… 7,… 6,… 5,… 4,… 3 (¡qué se acabe por Dios!),… 2,… 1»,… ¡¡¡clon!!!
Tres, cuatro cabezas giran con rapidez hacia mi. Miran e, incluso, alguno de sus propietarios parece que ríe, murmura. Sí, he dejado caer el peso. Se ha escuchado. Disimulando leo en la aplicación del móvil:

– «Aperturas en contractor de pecho. 3×15». No, ese ya está hecho, el siguiente: «Ejercicio 4: Remo vertical con barra. 3×15».
El presumido
Joder, parecen mensajes cifrados. ¿Remo vertical con barra? La barra en cuestión, lo que viene siendo un palo metálico de un metro, está apoyada en el suelo.
– «¿Has acabado con ella?».
El chico al que me dirijo es un proyecto de armario ropero. No debe llegar a los 20 años pero tiene unos brazos, carajo, ¡qué brazos! Y,… ¡qué manos! Enormes.
– «Sí, sí, toda para ti».
Ni me mira. Contesta mientras recoloca un par de pelos distraídos en la alineación perfecta de su flequillo. Sigue observándose en el espejo enorme que cubre toda la pared. Levanta la camiseta, gira el cuerpo de izquierda a derecha, toca un par de bultitos junto al ombligo, sonríe, se gusta.

– «Tete, estás muy bueno».
Miro a mi alrededor y pienso: «¿Ha dicho lo que ha dicho?».
– «Ejercicio 6: Press de piernas sentado. 3×15».
El torpe
Sin fijarme, cansado de la «tourné» por la sala, acabo arrellanado en el aparato… Más bien diría, encajado. No puedo estirar las piernas, no puedo salir, no me puedo mover.
El anterior usuario ha levantado ¡160 kilos! Eso para el que te escribe es como una sobredosis de peso. Yo, con suerte y mucho esfuerzo, conseguiré completar el trabajo con 100 menos, 60.
El ‘enterao’
Como te decía anteriormente, la visita al gym es un descubrimiento continuo, un aprendizaje acelerado, un jeroglífico inacabable. En el siguiente ya será necesario preguntar al monitor qué me está pidiendo.
– «Por favor, tradúceme esto: Isometric crunch sobre Bosu. 3×15».


Crunch suena a tableta de chocolate de mi juventud. Últimamente la he perdido de vista. No se ya ni si sigue en el mercado pero hace años tuvimos una relación muy buena.
Bosu, ¿Bosu?,… mmm,… no se qué es, no sabía que era. No conocía su significado ni su utilidad. Jamás relacioné esta palabra con una media pelota de color azul con base negra. No. Ni de coña.
Y así va pasando la sesión. Último ejercicio: «10′ bicicleta a ritmo medio». Me queda un camino largo. Hasta el día del maratón continuaré aprendiendo… entre barras y mancuernas.
Ánimo, es duro al principio, pero es agradecido. No tardarás mucho en notar los beneficios a la hora de correr.
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Gracias. Eso espero. Porque aburrido es un rato largo. 😊
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Sin prisa pero sin pausa amigo. Ese entorno es complicado pero te terminas haciendo un «huevo» y te aíslas de tanto músculo ajeno y ego inflado para centrarte en tu resistencia muscular.
Un saludo.
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Me siento muy incómodo. Y no entiendo como pueden levantar esas barbaridades de peso. ¿Se puede? ¿O es ‘postureo’? Aparte que me aburre muchíííísimo. jajaja En fin, por todo hay que pasar.
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