1966

«La vida está llena de pequeñas alegrías. La clave consiste en saber distinguirlas y valorarlas».(@superluz23) 

Hoy no te voy a contar una batallita. No seré el fisgón del furgón de cola que, indiscretamente, narra los diálogos de otros. No daré consejos. Ni hablaré de manías, hábitos o palabras. Hoy quiero copiar.

Pero no copiar a un cualquiera. Quiero copiar al gran NovatilloTotal. Y esto es difícil, diría imposible, pero voy a intentarlo. La referencia es una entrada de su blog titulada: «Cuatro años, 6.779km». Es decir, simplemente, quiero contarte mi historial como atleta popular. Un pequeño autohomenaje cuando llega el cumpleaños como corredor.

BBVA08
Estoy en la foto, sí. Solo tienes que encontrarme. Pantalón gris, camiseta azul. Es fácil. (Foto de carrerasolidariabbva.com)

El 2 de noviembre de 2008 fue la primera vez que enganché un dorsal a una camiseta. Puse, quité y volví a poner los imperdibles varias veces. Quería que aquel número estuviera recto y alineado. Que no hubiese pliegues en la camiseta. Que todo fuera, relativamente, estético. Era un 10k en la Carrera Popular Solidaria BBVA de Madrid.

Desde entonces he participado en 166 pruebas. 153 veces entré en meta (92,16%) pero otras 13 tuve que retirarme (7,84%). No siempre se gana.

Lógicamente, la mayoría de las competiciones han tenido lugar en la ciudad o los pueblos de Valencia. Un gran número, en Castellón y sus localidades de montaña. Madrid es la tercera urbe en cantidad de llegadas. Después, Pamplona,  San Sebastián y la Isla de Formentera. También he competido fuera de España: en París, Berlín, PragaVarsovia y Viena.

Las medallas. Pequeñas recompensas a grandes esfuerzos. (Foto de @ximotamarit)

Pero no solo de carreras, dorsal y cronómetro vive un popular. El trabajo me permitió ir de aquí para allá durante 6 años intensos. Y tuve la suerte de poder practicar nuestro deporte en otras provincias españolas. Así, las ciudades eran aeropuertos, hoteles, estadios de fútbol y circuitos para correr. Las zapatillas, voy por el décimo par, han viajado desde México a Jordania, desde Suecia a Túnez. He corrido en Cuba, Islandia, Letonia, Bélgica, Holanda e, incluso, en pleno Caribe (Sí, sí, en la cinta del gimnasio de un barco).

¿Y todo este rollo ‘pa qué’? Mi entorno personal y corredor bulle en ansiedades diversas. Gente que empezó a trotar en verano y ya está inscrita en un 10k próximo. Gente que pasa de ser un sedentario total a querer participar en un maratón de los 5 grandes, en solo 24 meses. Ansiedad por estar en una salida y con un dorsal. Para, al final, volver a casa con… la mejor marca de la familia.

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El dorsal del debut. (Foto de @ximotamarit)

Y yo… Yo, después de empezar a correr en el gimnasio y en los parques de Madrid, por el 2006 aproximadamente, tardé dos años (2008) en decidirme a tomar la salida en una prueba organizada, tres (2009) en inscribirme en un medio maratón, cuatro (2010) en correr una prueba de montaña y hasta siete (2013) en meterme en un maratón. Todo con calma, con mesura, con reflexión, con entrenamiento,… con tiempo. El que no veo en muchos.

Por cierto, ¿por qué esta entrada se titula 1966? Porque es el número con el que debuté aquel 2 de noviembre de 2008.

El que ves, y los otros 164 dorsales, permanecen bien guardados como constancia material de esta divertida etapa de mi vida.

Algún día todo será un recuerdo. Y la única realidad habrá quedado impregnada en estos trozos de papel.