El que te escribe llegó al 15 de noviembre de 2015 preparado para completar con dignidad la distancia del maratón. Más allá del resultado final de ese día, una jornada dura e inacabable, el Tractor de La Pobla sabía que estaba listo. Estaba. Pasado el tiempo, 40 días, de aquella condición física solo queda… el recuerdo. 

«Debes olvidarte de tu último maratón antes de intentar otro. Tu mente no puede saber lo que viene». (Frank Shorter, oro en los Juegos Olímpicos de Munich’72 y plata en Montreal’76)

Habrás leído o escuchado que el cuerpo tiene memoria. Supongo que será verdad pero no es mi caso. Perder la forma ha sido terriblemente sencillo. Se consigue cumpliendo unos pocos pasos. Los siguientes:

No entrenar o entrenar muy poco

Entre pitos y flautas, entre querer y no poder, entre ni siquiera querer y pasar totalmente. El cansancio mental, la pereza y la desidia han dejado las zapatillas olvidadas en el armario. El cambio es radical. Después de 4 meses entrenando 6 veces a la semana he pasado a 4 sesiones en los últimos 40 días.

Un nuevo trabajo

Lamentablemente y, espero, de forma provisional he dejado de ejercer como periodista (no he dejado de serlo pues periodista se es para siempre). Ahora dedico la energía a un nuevo proyecto. Llámame empresario, emprendedor y excorredor. También provisionalmente.

Comer demasiado

No, comer en exceso no es el problema. Como igual que siempre, mucho, pero ahora falta todo el ejercicio físico anterior. Y, claro, el cuerpo lo nota. He engordado un quilo y medio. O, puedo decir, ¿he engordado solo un quilo y medio? ¿Esto es un cuerpo con memoria?

Un segundo hobbie 

Y así ocupo el poco tiempo libre disponible. Una afición antigua que con la llegada de la Navidad se convierte en trabajo temporal sin contraprestación económica. Soy así de gil.

Puedes verlo, me deshago de un jamón ibérico de 8 quilos en unas 4 horas (cualquier profesional lo haría en 60′). Un auténtico manipulador de jamón aficionado. Aquí también soy lento pero tremendamente seguro. Puro Tractorismo del corte artesanal.

Y el jamón, dentro de 11 meses está igual de bueno. ¿A qué sí? Y lo sabes. Tú y tú. Y tú también.

 

 

 

 

 

Nada más. Es así de sencillo. Todo lo que se consigue en 4 largos e intensos meses se puede perder en 40 días. Sin poner muchas ganas ni excesivo esfuerzo.

Sed felices para poder correr. Y corred para conseguir ser felices.